jueves, 12 de agosto de 2010

POLÍTICA PÚBLICA: UN IMPULSO A UN NUEVO SISTEMA EDUCATIVO

PONENCIA: LAS FAMILIAS DECIDIENDO POR LA EDUCACIÓN DE SUS HIJOS.

Antecedentes:


En nuestro país, el derecho a la educación se constituye como una garantía social que se encuentra consagrada en el artículo 3 de nuestra Constitución General.
En este esquema, es una obligación del Estado impartir la educación básica, quién a través de un sistema de correspondencias, se auxilia de los Estados y los municipios para cumplir con dicha obligación.
En esta perspectiva de la corresponsabilidad, el Estado de Jalisco ha ido más allá al considerar que la noción de la educación representa una dualidad en el sentido de que además de ser concebida como un derecho, la educación para cualquier individuo es también una necesidad.

Así que con el ánimo de contribuir al desarrollo social de nuestra entidad, en Jalisco, la educación preescolar, primaria, secundaria y media superior tienen carácter obligatorio y gratuito.

Sin embargo, a pesar de ser un Estado pionero en materia de educación al considerar la educación media superior como obligatoria, aún queda mucho por hacer en lo que se refiere a garantizar el derecho a la educación de todas las personas, específicamente en lo que se refiere a las oportunidades de acceso, calidad, permanencia y pertinencia, entre otros.

En este sentido, es que como integrante de la LIX Legislatura del Congreso del Estado de Jalisco, considero que la educación, al ser concebida como un elemento esencial que contribuye al desarrollo de las personas, y en consecuencia, de las familias y de la sociedad, es prioritario promover la participación del gobierno, la sociedad civil y la iniciativa privada en la construcción de un nuevo sistema educativo, esto a través de la modernización de la legislación, las políticas públicas y los programas gubernamentales para impulsar la modernización de este importante sector, así como consolidar su cobertura y contribuir al mejoramiento continuo en términos de calidad, con eficacia, eficiencia y equidad.

Objetivo

En el marco de una perspectiva legislativa, la construcción de un nuevo sistema educativo de calidad presenta como objetivo básico modernizar el sistema educativo de calidad actual, lo cual será posible gracias a la constitución de un Fideicomiso público para una mejor distribución y administración de los recursos económicos destinados a la educación.
De esta manera, el Fideicomiso público será utilizado para otorgar el subsidio económico a los estudiantes y/o aspirantes del nivel medio superior, así como también para el nivel superior.

Descripción

El criterio a partir del cual se conceptualiza este mecanismo alternativo para la modernización del servicio educativo, consiste en la transformación de las nociones de oferta y demanda, a partir de las cuales ha funcionado, de manera tradicional nuestro sistema educativo vigente.
En esta nueva perspectiva, la propuesta de modernizar el servicio educativo busca que las familias sean las que reciban de manera directa el recurso económico que tradicionalmente es asignado a las instituciones educativas, para que con ello sean ellas las que decidan a cuál escuela o universidad, ya sea pública o privada, acudirán sus hijos e hijas.
De esta manera, se pretende que las familias realicen el proceso de elección de las instituciones educativas en función de la calidad del servicio que éstas proporcionan. Con ello, se propiciará una mejor capacitación por parte de los docentes, así como también que las universidades asuman un mayor compromiso de la función social que realizan.

Del manejo de los recursos

En la conceptualización de la construcción de este nuevo sistema educativo, se pretende que a través del Fideicomiso Público, los recursos económicos que reciben las escuelas públicas, sean redistribuidos de manera directa a los estudiantes, para que sean ellos y sus familias quienes decidan a cuál escuela o universidad acudirán para realizar sus estudios.

La asignación del recurso económico a cada uno de los estudiantes, en esta nueva dinámica del sistema educativo que se propone, se realizará a través de un proceso de selección en base a las aptitudes y habilidades académicas, en donde sea un requisito indispensable acreditar un promedio general, así como la situación económica de familia de que se trate.

De esta manera, se tiene que en este nuevo esquema de asignación de los recursos que son destinados al sector educativo, contribuirá a elevar la calidad de los servicios en las instituciones educativas, así como también a mejorar la situación económica de las familias dado que en este nuevo esquema, el solventar los gastos educativos de la educación de los hijos ya no será más una preocupación de las familias de aquellos estudiantes que demuestren un verdadero interés por consolidar su formación educativa.

La aplicación del nuevo sistema educativo

El mecanismo de modernización del sistema educativo, se pretende que sea llevado a cabo de manera piloto en el Estado de Jalisco, en lo que se refiere al nivel medio superior y superior.

Como ha sido mencionado, este nuevo mecanismo estará basado en la transferencia directa del subsidio educativo al demandante de la educación y no a las universidades que ofertan la educación. Con ello se pretende que al otorgar el apoyo económico directamente al estudiante se fortalezca la calidad educativa que se imparte en las universidades, promoviendo así una mayor competencia entre las instituciones educativas legalmente constituidas y acreditadas ante la Secretaría de Educación, pues éstas buscarán mejorar la calidad educativa que ofrecen para lograr atraer un mayor número de estudiantes.

La calidad en el servicio de la educación


Jean-Marie De Ketele , en su artículo titulado “El fundamento de las políticas educativas: una educación de calidad para todos” define a una escuela de calidad como un espacio educativo eficaz, eficiente y equitativo .

De esta manera es que en este nuevo esquema en pro de la modernización del sistema educativo, concibe que una escuela de calidad es aquella en la que todas las personas tienen acceso a la educación básica; la cual cuenta con los medios necesarios y los coloca a disposición de las personas para su aprendizaje; la que identifica y atiende las capacidades e intereses de sus alumnos; en la que existen los recursos suficientes (materiales, didácticos, humanos) para asegurar una educación de calidad; en la que éstos recursos se distribuyen de manera equitativa; la que cuenta con docentes comprometidos con que los alumnos adquieran las competencias necesarias; en la que la relación entre profesor y alumnos y la relación entre los alumnos permita un aprendizaje eficaz, eficiente y equitativo; en la que no exista la deserción de alumnos; aquélla que logre desarrollar las competencias indispensables en sus alumnos; y aquélla que contribuya a la materialización de la igualdad de acceso a la educación.

Es este ideal de escuela de calidad que se pretende logar con este nuevo esquema en pro de la modernización del sistema educativo.

Con ello, se pretende transformar la calidad de vida de las familias puesto que a mayor nivel educativo trae como consigo mejores oportunidades de empleo, de desarrollo empresarial, y con esto el desarrollo económico social de la familia, lo que trae como consecuencia una mejor calidad de vida para el individuo y el núcleo familiar al que pertenece.

Conclusiones

En el marco del sistema educativo tradicional, mismo que aún se encuentra vigente en nuestro país, existe una corriente que afirma que la legislación y la estructura institucional que reviste dicho sistema, han mostrado ser insuficientes para garantizar el derecho a la educación en condiciones de equidad. La asignación de recursos y la generación de un marco de incentivos que estimule la libre competencia entre las escuelas para producir calidad educativa para las personas tampoco ha sido suficiente para educar a la población .
En una perspectiva tradicionalista, la educación se concibe como el mecanismo idóneo para la superación de la pobreza, así como para la productividad de las personas y, en consecuencia para la construcción de democracias más sólidas y estables. Sin embargo, en nuestra realidad social esta idealización resulta desproporcionada en relación a lo que objetivamente la ecuación puede lograr en cada uno de estos procesos.

Si bien es cierto que la educación de calidad, equitativa y eficiente puede contribuir en parte a estos procesos, lo cierto es que el entorno social, el clima del hogar y el capital cultural de las familias, son factores claves del éxito educativo y se asocian fuertemente al estrato social de origen. En este sentido, y según lo demuestran estudios recientes, tanto la equidad en el acceso a la educación y la permanencia en las escuelas, así como las oportunidades de bienestar de los jóvenes, quedan generalmente plasmadas por el patrón de desigualdades prevaleciente en la generación anterior (CEPAL: 1998). Frente a esta realidad, las reformas de la educación emprendidas en numerosos países latinoamericanos pueden resultar insuficientes para reducir la falta de equidad, si no se prevén medidas que contrarresten el impacto negativo de las condiciones del hogar y de la situación laboral e ingresos de las familias.

En este tenor, es que surge la decisión de presentar esquemas alternativos que contribuyan a la modernización del sistema educativo eficiente y eficaz que coadyuve al mejoramiento de la calidad de vida de las familias, así como a la consecución de un mayor nivel educativo, lo que indudablemente traerá consigo mejores oportunidades de empleo, el desarrollo empresarial, y con esto el desarrollo económico social de la familia, lo que trae como consecuencia una mejor calidad de vida para el individuo y el núcleo familiar al que pertenece.

Es indiscutible que la educación incide fuertemente en los ingresos y en la productividad de las personas. Es también cierto que los avances en estas materias dependen, en gran medida, de la capacidad de los países para generar empleos productivos y mantener un crecimiento económico sostenido. Ambos son determinantes del nivel educativo y tipo de capacidades que requerirá la sociedad de las escuelas, pero éstas dependen de factores económicos y políticos. Dado que no pueden lograrse resultados a partir de políticas aisladas, le cabe a la educación disminuir o eliminar, en el sistema escolar y las escuelas, las condiciones que impiden los logros de la equidad en el acceso al conocimiento, y proveer una educación de calidad que compense el desigual capital de origen de los que se benefician del servicio.

Es así que la modernización del sistema educativo se presenta como un tema prioritario en la agenda estatal, en el cuál se precisa la participación de gobierno, los docentes y las familias jaliscienses.